PORTRAIT OF A LADY ON FIRE (2019) – RESEÑA

Portrait of a Lady on Fire

Me parece apasionante la diferencia entre el amor y el romance. Pudiéramos confundirnos, a fin de cuentas uno puede surgir de otro mientras a la vez pueden existir de manera independiente. Amores hay muchos, romance proviene únicamente de la inexplicable atracción hacia otra persona. “Portrait of a Lady on Fire” es eso, un romance inadvertido y hasta prohibido, que le da la libertad a sus hermosas protagonistas de compartir miradas, palabras, gestos, toques y roces que llevan al máximo nivel el significado de su título. 

Su ubicación en una zona costera de Francia a finales del siglo XVIII guarda cierta relación con el sentimiento de lejanía que percibimos, es como si su directora, Céline Sciamma, nos quisiera decir que desde siempre la prohibición ha castrado la vida de las personas, el qué dirán y los tabúes frente a una supuesta libertad. 

¿Existe la libertad para alguien presa dentro de sus propios secretos? Visualmente hermosa, el hecho de que una de sus protagonistas sea artista plástica vuelve la película en sí un poco meta, cada plano es como si fuera un lienzo por sí mismo. No creo que mis palabras le hagan justicia, una joya.

Calificación personal: 8/10.