Dirigida por Hannes Holm y protagonizada por Rolf Lassgard. Nominada a mejor película extranjera en los Oscar, A Man Called Ove nos presenta una tragicomedia que una vez dentro del segundo acto deja a un lado el género cómico para introducirnos en un estremecedor y reconfortante drama. Excepcionalmente interpretada por Lassgard, el mismo se encarga de llevar a la audiencia a exactamente donde tiene que estar en los momentos de comedia, de tragedia, de drama, de aventura y la infinidad de emociones que este actor logra traspasar a través de sus expresiones.
Sin palabras, el filme te introduce en una atmósfera de lo que estará sucediendo próximamente, y con la música y el suspenso satírico de que quizás todo salga mal, el filme te mantiene de principio a fin. Definitivamente no soy un fanático de las escenas retrospectivas. Pero esta vez les encontré un sentido, pues al estar perfectamente situadas dentro de los eventos en los que se encontraba el personaje principal en el presente, las escenas retrospectivas no solo lo desarrollaban, y te hacían empatizar con el mismo sino que te mostraban una vista más amplia a la atmósfera creada en lo que puede parecer un filme totalmente concentrado.
Con unos cuantos clichés por aquí y por allí en los personajes secundarios y en la exageración de agrado que se quiere lograr entre la audiencia y el personaje principal. Los puntos fuertes de la película se encuentran en su inteligente comedia, como trasciende personalmente este personaje con ayuda de todo lo que le rodea y cambiando por completo su ideales y aquella genial interpretación de Lassgard.
Calificación personal: 8/10.