Dirigida por Jonathan Dayton y Valerie Faris y protagonizada por Emma Stone, Steve Carell, Andrea Riseborough y Austin Stowell. Una película de amor, de vida, de esfuerzo y de identidad disfrazada de un muy buen drama deportivo. Lo grandioso de este filme sin embargo es su capacidad de mostrarnos tantas facetas, de moverse de género sin que lo notemos, pasando desde un romance melancólico con el triángulo de amor que se forma, a un leve suspenso en las secuencias deportivas, hasta la excelente comedia a través del personaje de Carell.
Emma Stone una vez más nos da una fuerte interpretación de una mujer grandiosa, batallando para ganar tanto en su vida personal como profesional que se torna aún más especial con el hecho de que el filme es basado en una historia real, en eventos reales, relaciones reales y conflictos reales.
Lo que se convierte en otro punto a favor, aquella recreación de la época se vuelve implícita desde la puesta en escena hasta los personajes y el guión, nos introducimos perfectamente en el momento en que todo esto está ocurriendo con pocos detalles a corregir. El filme cuenta con uno que otros problemas en los personajes secundarios y el hecho de que por momentos se sentían exagerados, así como también pudo incrementar el suspenso que le hace sentir a la audiencia en las secuencias de tenis. Sin embargo, su discurso pro-feminismo y pro-homosexualidad conecta con la narrativa y hace sentir al espectador un sentimiento único de deleite y empatía.
Calificación personal: 8/10.