Dirigida por Luca Guadagnino y protagonizada por Timothée Chalamet y Armie Hammer. Sufjan Stevens fue uno de los cantautores encargados de dar forma a la banda sonora de este filme, y una de sus canciones realizadas específicamente para la película repasa en cuatro minutos el sentimiento de verla, así como también tiene lo que hubiese sido el título perfecto de no escogerse Call Me By Your Name.
La canción es “Mystery of Love”. Y es eso mismo lo que Guadagnino y el escritor James Ivory logran plasmar en esta inquietante historia sobre el amor y la sexualidad en su máxima expresión. Ubicada en el norte de Italia durante un verano ochentero, la película te enamora de su puesta en escena. Utilizando varios idiomas, el guion va trascendiendo a convertirse en arte por sí solo.
Magistralmente actuada, Timothée Chalamet me ha dejado atónito con la mejor interpretación que he visto del año 2017. Pues no solo logra llevarte a través de la curiosidad, inseguridad, confusión y claridad por las que pasa su personaje. Sino que al trascender del caso específico sobre el amor en el mismo sexo, te hace sentir identificado con aquellos sentimientos. Piensas a quien has mirado en tu vida de esa manera y por quién has sentido eso tan profundo. La música del filme termina de arrastrarte hacia los puntos altos y bajos que tiene la película.
En fin, esta no es una película sobre la homosexualidad ni mucho menos, aunque no me quiero imaginar la profundidad de los sentimientos y sensación de identificación que tienen aquellos que sí lo son con el filme. Pero más bien es una película sobre el amor, sobre aquello que todos hemos sentido, agregándole el valor de su impecable dirección y guion, la película cuenta con una conversación en su tercer acto que se convierte en una lección de vida y cierra con una escena final plenamente perfecta. Indudablemente de lo mejor de 2017.
Personal rating: 9/10.