Escrita y dirigida por Christopher Nolan. El cine es una herramienta única para contarnos una historia, la combinación de elementos técnicos que le dan forma exquisita a una película se encuentran en su máxima expresión en Dunkirk. Nolan nos muestra una increíble historia verdadera de supervivencia, pero lo especial del filme definitivamente no se encuentra en lo contado, más bien en cómo fue logrado. Una película definida por su montaje y utilización del sonido, la guerra de Nolan nos hace sentir una tensión inexplicable desde sus planos generales aéreos hasta aquellos claustrofóbicos espectros cerrados de cámara.
Poco más que cero diálogo, un definitivo homenaje a aquella increíble historia pero a la vez dando honor a los elementos constitutivos de hacer cine, de una forma totalmente distinta. Mostrando distintos discursos narrativos en cuanto a la imposibilidad de ver, representada en varios momentos, en cuanto al tiempo y en cuanto a todo lo vivido por los soldados en aquellos tiempos de guerra manteniendo de alguna forma su característica de ser un filme muy concentrado.
Jugar con el tiempo, con la cronología, con el sonido y aquello que ves en pantalla. En definitiva, una experiencia cinematográfica impresionante y para nada ordinaria. Definida por un montaje excepcional, poco visto en el género bélico, y un sonido indescriptible.
Calificación personal: 9/10.