Dirigida por Richard Ayoade y protagonizada por Jesse Eisenberg y Mia Wasikowska. Este atrevido filme nos ilusiona en su primer acto presentándonos aspectos totalmente fuera de lo convencional. Con una colorización espectacular enfocándose en dos colores específicos, azul y amarillo, lo que hace que inconscientemente el espectador se sincronice emocionalmente con la secuencia que está a punto de ver.
Un lenguaje cinematográfico un tanto osado con los planos presentados tirando un poco a lo que usualmente hace Wes Anderson y genialmente tomando detalles de películas como ‘Rear Window’ de Hitchcock. La película es una sátira y el hecho de que Eisenberg sea su protagonista es excepcional, este actor nos da un papel doble que nos deja boquiabiertos y que se ubica perfectamente en el filme y con su contraparte Wasikowska.
Mi problema viene con la narrativa, en un principio se establece como una crítica social y funciona perfectamente pero luego se incursiona en una drama romántico melodramático que te saca por completo de donde la película te ubicó y hasta el lenguaje cinematográfico utilizado previamente cambia. Uno de los personajes se sale por completo de los parámetros que ya la película había mostrado con sus demás personajes y eso desconcierta y no cabe dentro de lo que ya estaba armado.
En fin, dentro de su romance y su discurso social la película se transforma en algo completamente raro y nunca termina de totalmente explicar la razón de porque las personas son así o cual es la relación entre los dobles. Lo que hace que nunca quieras soltar la película a pesar de sus fallas es su sonido y banda sonora, perfectamente en el tono del filme pero también inimaginablemente genial.
Calificación personal: 7/10.