Fue hace tan poco como en el 2015 que comenzó esta locura de extender el Universo Cinematográfico de Marvel a un contenido de televisión mucho más oscuro y humanizado. En aquel entonces recibimos como primera entrega la excelente primera temporada de ‘Daredevil’. Netflix siguió extendiendo su catálogo de personajes con Luke Cage, Jessica Jones e Iron Fist, pero de todas percibíamos un declive, siendo Daredevil la única luz que verdaderamente brillaba.
The Punisher, de los hombros del extraordinario y magnífico Jon Bernthal, viene para cambiar eso. Y comenzamos con ese primer punto, Jon Bernthal, no he visto el primer trabajo de este señor que no me encante. Interpreta ese perturbado Frank Castle de manera excepcional, cargando todos los sentimientos de la audiencia a donde quiera, desde drama, acción, regocijo, risas, simplemente se crea una empatía inigualable al compararla con los otros personajes.
Técnicamente quizás la más atrevida, The Punisher cuenta con directores que se atrevieron a jugar con los planos, la línea de tiempo narrativa, para crear en cada capítulo una experiencia que se conecta pero de alguna forma termina siendo distinta. Con uno que otros clichés de origen, motivación y desarrollo. Los personajes secundarios aun así logran brillar para que nos olvidemos por momentos del protagonismo de The Punisher.
Una serie que ha escogido su elenco de manera perfecta, con una acción digna de salir de la pantalla pequeña, más oscura y sangrienta que todas las demás, con giros en la historia y multiplicidad de narrativas, escala a ser el nuevo pico de la televisión de Marvel y la mejor de las seis series que se encuentran en Netflix.
Calificación personal: 9/10.