Dirigida por Andrey Zvyagintsev y protagonizada por Maryana Spivak y Aleksey Rozin. Nominada a Mejor Película Extranjera por Rusia, Loveless concentra todo su poder en hacerle honor a su título. Desde la frialdad de su puesta en escena y ubicación, su banda sonora, sus planos fijos y gigantescos, Zvyagintsev no contiene para nada la carga dramática de la película para irla desarrollando poco a poco, sino que desde los primeros minutos entiendes la situación en la que se encuentra este niño y el egoísmo de sus padres.
Con personajes extremadamente reales ubicados en una sociedad inservible, monótona y digital, Loveless no cuenta con un solo discurso sobre el amor y la familia, o la falta de este, sino que con pinceladas nos trata temas como la burocracia, como nuestra propia interpretación de amor, sobre cómo cada una de las personas son quienes son y siempre lo serán, sin importar dónde o con quién estén.
Magistralmente actuada desde los papeles protagónicos hasta las más pequeñas apariciones actorales, durante el metraje va creciendo un tipo de ira dentro de ti, odias estos personajes hasta más no poder por su comportamiento. Con una dirección delicadamente construida que va desde primeros planos concentrados para transmitir emoción, hasta secuencias de búsqueda gigantescas perfectamente reales, ningún plano está desperdiciado, todo tiene un significado de ser o aportar, ya sea al inigualable desarrollo de estos personajes, a la frialdad expuesta o al título del filme.
En fin, con una excelente secuencia final que no te permite encontrar alivio, te das cuenta de que acabas de ver una película terroríficamente real pero sobre todo, extraordinaria.
Calificación personal: 9/10.