Tengo tiempo queriendo escribir sobre Westworld y quiero comenzar diciendo que tengo cinco palabras para definir lo que, sin lugar a dudas, es perfección en la pantalla pequeña: "Jonathan Nolan es un GENIO." Desde tomar aquella idea mostrada por Michael Crichton y elevarla a la última potencia, hasta hacernos voltear nuestras cabezas para comprender aquella complicada, sorpresiva pero perfecta historia.
Westworld no solo te introduce a aquél mundo donde existe una probabilidad de que la inteligencia artificial se apodere, sino que lo hace con una sutilidad que hasta se te olvida que de eso se trata. Interpretaciones como las de Anthony Hopkins como Ford, Jeffrey Wright como Bernard, Evan Rachel Wood como Dolores y Thandie Newton como Maeve, que simplemente te sacan de tu casilla porque no te dejan creerte que son papeles.
Giros en la historia, locaciones hermosas, efectos especiales de otro mundo, la música perfecta para cada escena, y aunque en principio parezca lenta, es extraordinaria. Pero quiero dejar para último, lo que le da cuerpo, vida y alma a esta obra maestra, el GUIÓN, no existe, no hubo, no perciví, un momento desperdiciado, todo fue una historia que corrió de principio a fin, con conversaciones sobre la consciencia humana y sobre la realidad de las personas que te dejan atónito y por eso comencé con aquellas cinco palabras.
Calificación personal: 10/10.