Quien no conoce su historia…, termina la frase. Dicen que si quieres conocer una sociedad mira a su juventud, llega un punto de hecho en que si quieres conocer el futuro tienes que dejar de mirar hacia arriba y comenzar a observar hacia abajo. “Boys State” es un documental sobre un campamento político para adolescentes que ocurre todos los años en Austin, Texas.
La mecánica del campamento es la de guiar a los jóvenes en el quehacer y estructura política de Estados Unidos para últimamente realizar votaciones ficticias y que el mejor de todos termine siendo votado Gobernador. En su premisa no suena para nada interesante, pero creo que era importante mencionarla en este caso para poder captar los puntos de interés de este documental que dio tanto de que hablar el año pasado.
Como humanidad somos adictos a la competencia, y creo que en su núcleo esto es lo que lo hace ridículamente entretenido, pero lo impresionante de “Boys State” se encuentra en el análisis crítico de las mentes de estos jóvenes y futuros líderes del país mas poderoso del mundo. Texas es un estado conservador, por lo que en su mayoría este era el pensamiento base de todos, pero me intrigaban las posiciones tan radicales de bipartidismo que eran adoptadas por estos jóvenes a tan temprana edad.
Muchos ni siquiera eran coherentes con sus vistas personales pero adoptaban un punto de vista por el simple hecho de obtener votos, alejados de su propia realidad. A los 17 años por ejemplo, y por su legado familiar lo más probable, para la gran mayoría era innegociable el derecho al porte de armas. Es como si la propia juventud está siendo adoctrinada en ojos ciegos frente a grandes problemas de esa sociedad. Viéndolo me sentía extraterrestre, como si pocas cosas que he visto hayan estado tan alejados de mi realidad. Inquietante pero a la vez revelador, me parecen impresionantes y efervescentes los cimientos de la política en EEUU. En este caso, los medios sí deben de justificar el fin.
Calificación personal: 7/10.