El miedo es el asesino de la mente, pues la preocupación no quita los problemas de mañana, sino la paz de hoy. La ciencia ficción siempre me ha parecido el género por excelencia del alcance del cine, pues en su núcleo se pudiera definir como la más alta expresión de nuestra imaginación, ¿y qué es el cine sino nuestra imaginación volando? Irónicamente hay una respuesta, el cine también es la vida y las personas tal cual quien lo hace lo percibe. Termina siendo una combinación, razón por la cual no importa la historia, incluso en la ciencia ficción se sienten los rastros de la humanidad.
¿Y a qué me refiero con humanidad? A conflicto, a lo que nos mueve, a lo que nos imposibilita mantenernos estáticos y nos come por dentro las ganas de algo nuevo, algo diferente y algo mejor. Hoy no vengo a hablar de la novela de Frank Herbert, pues lamentablemente aun no la he leído, sino de lo que en mi opinión es una clase magistral de creación de universo, elaborada por un director que conoce el por qué de absolutamente todas sus decisiones creativas.
En tan solo sus primeros minutos, “Dune” establece su historia, su vida y las posibilidades de su conflicto, el apretón a nuestra atención se siente y está directamente vinculado a la narrativa de la película y no a una explosión de eventos llamativos, como usualmente ocurre en el género. La audiencia se trata con suficiente inteligencia como para no tener que mostrar lo obvio pero a la vez señalando puntos importantes para llegar a la conclusión de que este es un mundo que vibra y existe por sí solo.
Utilizando aspectos comunes en los épicos, cae en cuenta inmediata de quienes son esenciales para su historia, y quienes no tanto, no pierde tiempo en la burocracia de su política, pero sin menospreciar el drama y el pasado de sus personajes. La película establece su protagonista pero el contexto y los eventos que vive pasan a jugar un papel doble, pues son importantes para la atención de la audiencia pero no tanto para el misticismo de su personaje principal.
En la naturalidad del conflicto, y lo humano que se siente el hecho de que exista la ambición, la codicia, la envidia, la explotación y el hambre de poder, también se crea un balance de introducción de aspectos únicos del universo, la tecnología, el vestuario, el diseño de producción y muestra de locaciones permiten transportarnos a un lugar lejano donde irónicamente transcurren nuestros mismos problemas.
Utiliza la religión y la política como punto de partida para conectar la vulnerabilidad de nuestras posiciones, y en este subtexto crea su propio misticismo sobre las posibilidades de este universo, su inmensidad y el muy probable futuro que tenga. Una dirección de casting inmejorable y precisa, cada actor y actriz es perfecto en su papel, al punto de que en lo masivo de su historia me olvidaba de las caras y me concentraba en la acción. Si digo nombres me quedaría corto, absolutamente todo el mundo está genial.
Hans Zimmer de por Dios, no hay palabras para definir el trabajo de este hombre, que le da sonidos y música a universos impensables, no tengo idea ni de como empiezas a conceptualizar como suenan estos espacios, y de qué forma apoyas la historia y sus sentimientos con la creación de una música que se sienta de otro mundo. Por momentos “Dune” se siente como un viaje psicodélico, como si nosotros mismos estuviésemos en contacto con la especia, y la música de Zimmer absorbe cada partícula de drama, acción, tragedia, espectáculo y posibilidad. Me encantó que el cine estaba estruendoso de alto, como se debe ver.
Denis Villeneuve es un director indie atrapado en la posición de un director blockbuster, pues aun con estos mega presupuestos logra crear una historia donde su foco principal es la estructura, las revelaciones y el storytelling visual. Sus películas más grandes son las que más a fuego lento son, como para que poco a poco vaya creciendo en ti y exista mucha capacidad de repetición. Fue valiente con “Dune” al adoptar por completo el concepto de que esta es tan solo la primera parte, y tengo los dedos cruzados, pues no puedo esperar para ver el futuro de esta franquicia que de manera tan efectiva me ha introducido a un magnífico universo.
Calificación personal: 9/10.