Los géneros existen en el cine documental también. Y aunque resulta mucho más compleja la distinción entre apreciar un documental por sus dotes cinematográficos o su capacidad narrativa, conocemos que nuestra primera impresión en los documentales casi siempre va atada a lo que nos cuentan. Solo en la paciencia del análisis encontramos las facetas que nos pueden llevar a concluir que quizás la forma fue lo que nos sedujo al fondo. “Earth Protectors” es un documental medio ambiental, de terror, pero también artístico. Sobre un recorrido que no acaba, sino más bien inicia.
Anne de Carbuccia es una artista y activista medio ambiental que, a través de su arte y testimonios, nos invita a conocer el paso del tiempo en la Tierra, lo poco que nos queda y cómo nuestras acciones afectan a las comunidades más remotas del planeta. Sin necesidad de sermonearnos, Carbuccia se toma el tiempo de conocer los lugares que visita para poder elaborar sus creaciones, que a la vez fotografía, y en “Earth Protectors” mostrarnos una misma línea del tiempo que conecta el hilo del cambio climático en la tierra, y como todo está conectado.
El documental tiene una estructura televisiva, su montaje resulta rápido y por momentos grotesco, elemento que por momentos funciona pues conecta con el terror de lo que cuenta, pero que por otros nos aleja del sentimiento de adoración y enormidad que aquellos lugares tan remotos ofrecen a la cámara, y por lo tanto a la pantalla y a nosotros. Su creadora se asegura de que lo visual no sirva para enamorarnos de la Tierra y convencernos de cuidar lo que ya tenemos, sino de mostrarnos lo que hemos perdido y lo que seguiremos perdiendo de seguir por el camino por el que hoy vamos.
La posición tan protagónica de Carbuccia le da un sentimiento de inicio al documental, pues no solo nos lleva a través de su proceso creativo y viajes impresionantes, sino que adoptando la narración del documental nos introducimos en sus pensamientos y reflexiones mientras interactúa con los demás, verdaderos protagonistas de la película. Aquellas personas que no necesariamente se dedican a despertar consciencias con el arte, sino a actuar frente los problemas que tenemos, y a concientizar de manera activa.
Por momentos el documental es visualmente impresionante, por otros simplemente parece un especial de televisión, pero la realidad es que nos quedamos sedientos de más información específica de las diferentes localidades a las que Carbuccia visita, como si el formato correcto de esto no era película documental, sino más bien una serie o especial de Netflix donde pueda acaparar la mayor cantidad de ojos posibles.
Las esculturas de Carbuccia son el elemento que me despiertan el mayor interés frente al documental, pues son la pieza distintiva que distingue a “Earth Protectors” de los demás documentales medio ambientales que hemos visto. Su capacidad de adentrarse en las comunidades y ecosistemas para comunicar las decisiones de vida frente al poco tiempo que tenemos en cada uno de los hábitats es fascinante, casi tan fascinante como los celos que dan sus experiencias, viajes y trayectos. Sin olvidar que su trabajo de concientización es su obra final, lograr un cambio visible en el comportamiento humano.
Calificación personal: 7/10.