El cierre que Jesse Pinkman se merecía. Vince Gilligan nos recuerda con “El Camino” por qué “Breaking Bad” trascendió. Puede ser visualmente genial y contener escenas de suspenso impresionantes, pero la humanidad de Jesse y la realidad del mundo que le rodea son los que nos mantiene apegado a un universo con personajes perfectamente escritos y desarrollados.
No sólo se activa la nostalgia, sino que te arropa la incertidumbre de saber si en algún momento lo volveremos a ver. Hace seis años nos despedimos sin saber que era un hasta pronto, hoy, volvemos a decir adiós a uno de los personajes más icónicos de la pantalla pequeña, y que llegó ahí como sin darnos cuenta.
Calificación personal: 8/10.