PINK BELT (2024) – RESEÑA

Still #3

Cuando creemos que somos más grandes de lo que somos, nos volvemos más grandes de lo que creemos. El cambio es como una explosión, con todo y onda expansiva, inicia pequeño, muy dentro de quienes somos, y está en nosotros hacer que explote y se expanda. La situación de la mujer en el mundo completo es una emergencia, la violencia, abuso, acoso, violaciones, incestos, matrimonios infantiles y marginalización por género son el pan de cada día en la gran mayoría de países sub-desarrollados. Y queda de nosotros hacer absolutamente todo lo posible por cambiar esa realidad.

“Pink Belt” es un documental importantísimo, sobre la labor de Aparna Rajawat para combatir la violencia contra la mujer en India, y como a través de su organización Pink Belt, mayormente conocida por ofrecer lecciones de defensa personal a mujeres, ha logrado una plataforma para no solo empoderar a miles de mujeres en su país, sino también brindarles la confianza de un futuro mejor. Mientras descubrimos a Rajawat, el documental se esconde detrás de su intento de romper el Record Guinness a la Mayor Clase de Defensa Personal del mundo. Y poco a poco vamos descubriendo su verdad.

Still #2

A la hora de plantearnos la idea de mostrar una historia documental, hay varias aristas por las que sus creadores pueden alinearse. Las verdades de sus protagonistas mientras poco a poco los vamos descubriendo, los testimonios de las personas que han estado en contacto con la problemática o la solución que se está presentando y un evento que sirva de hilo narrativo para mover adelante la historia. “Pink Belt”, en un metraje tan compacto como apenas 78 minutos, no se contrae a uno o dos de estos métodos, sino que logra abarcarlos absolutamente todos.

Tanto así, que a pocos minutos de iniciar ya conocías el conflicto, su protagonista y la intención con la que quieren mostrarnos esta realidad. Esto resulta altamente efectivo en la capacidad de enganche de la película, que sin tener que apoderarse de elementos audiovisuales muy elaborados, te seduce por completo en su atmósfera de “la luz al final del túnel”. Aparna Rajawat es una figura fascinante, pues su carisma y amor por su labor están repletos de honestidad pero también de energía. Por momentos te alegras de que al mando de esta ocupación tan importante haya una estampa como la de ella, mientras también te cuestionas si el documental tendrá la capacidad de no solo abrir la problemática, sino también abrirla a ella.

Still #4

He sido muy vocal sobre la fortaleza de las historias cuando sentimos que tocan base en quienes somos o aquello que llevamos cerca. Y suena descabellado que algo que sucede en India, a miles de kilómetros de distancia, se sienta tan actual, local y tajante como para afectar emocionalmente a alguien de República Dominicana. Pero más descabellada es la realidad de que la situación de la mujer es tan similar en el mundo completo, como si las diferencias culturales no significaran absolutamente nada en el comportamiento animal de hombres egocéntricos y carentes de toda humanidad.

Este año tuve la oportunidad de producir un documental Dominicano titulado “Niñas Escarlata” (post-producción) que, entre muchas cosas, presenta una trágica realidad de nuestro país. La de la mujer. Y mientras trabajaba en ese proyecto no podía evitar el sentimiento de que mi voz no era ni importante ni necesaria allí, sino más bien mi rol era de facilitador a que las mujeres que formaban parte de nuestro equipo tengan las herramientas para contar las historias de las mujeres que habían confiado en nosotros para llevar su realidad a la pantalla. Viendo “Pink Belt” la voz de alarma se intensifica al darme cuenta de que esta realidad no es localizada de una isla en el Caribe, que aun siendo una realidad conocida a mis ojos, es distinto visualizarla y escuchar los testimonios de mujeres cuyas vidas han sido modificadas para siempre por la violencia de hombres.

Still #1

Hay un sentimiento de vulnerabilidad allí, de mostrarse desnuda frente a la cámara, contar tu verdad sin obtener nada a cambio más allá que la catarsis de no tenerlo guardado ya y poderle dar la valentía a quienes te escuchen de también contar y mostrar su verdad. “Pink Belt” muestra la verdad, pero no solo de las mujeres que han sido apoyadas por Rajawat y su fundación, sino también sobre la propia Aparna. Su mejor momento llega cuando su pareja le incentiva a mostrarse desnuda frente a quienes ella quiere que se desnuden, conociendo que en aquella vulnerabilidad, en aquella naturaleza está la verdadera atracción a unirse a lo que ella y su organización representan. La libertad de la mujer en un país donde absolutamente todo está organizado para beneficiar al hombre.

Técnicamente el documental es simple, conociendo que su potencia no se encontraba allí le da el protagonismo a su historia, personajes, bagaje cultural y un intento de un récord Guinness que aunque carece de importancia en comparación con su verdadera intención, le otorga al proyecto, la fundación y la figura de Aparna Rajawat, una validación externa y mundial del cambio que está realizando. De las instituciones que quiere ver en su país para apoyar a la mujer, de lo necesario que es cambiar la mentalidad masculina y su educación, antes de querer enseñar defensa personal a todas las mujeres del mundo. Magnífico documental.

Calificación personal: 8/10.