Sabes que una película te tiene atrapado cuando el tiempo pasa volando, pero lo curioso es que solo te das cuenta que el tiempo pasa volando si estás pendiente de la hora, y si la película te permite en algún momento estar pendiente de la hora, entonces por un breve momento esta no fue efectiva. Spider-Man: Far From Home es todo lo que pudiésemos esperar para lo próximo en el MCU después de la muy cargada Avengers: Endgame. Es una historia que se siente contada por verdaderos fanáticos del héroe arácnido, una historia que se sujeta por sí misma, que es lo suficientemente concentrada pero también lo suficientemente épica como para entretenernos de principio a fin, estar atentos a cada detalle de lo que se dice y olvidarnos por completo de la hora.
La segunda película en solitario, pero en realidad la quinta película del Spider-Man de Tom Holland, quien ya se ha consolidado, no solo como el mejor hombre araña, sino como aquel con más y mejores películas también. Pues es que en el Universo Cinematográfico de Marvel se han encargado de humanizar al personaje que fácilmente se puede convertir en la nueva cara de este tan amado universo, y créanme, que llenar los pasos de Iron Man no es tarea fácil.
Lo grandioso de Far From Home es como refleja esta idea de transición que está viviendo el UCM en el mundo real, a aquel mundo ficticio. Tony Stark sirve como un eje para mover toda la historia de esta película, no solo como motivación para Peter Parker, sino también para los villanos. Es como si la motivación de los creadores se traspasara al propio filme, ¿cómo hacemos para continuar en un mundo post Avengers: Endgame y sin los héroes que perdimos allí?
Pero es que lo espectacular de este Spider-Man, y lo he estado diciendo desde su primera aparición, es que se esfuerza en responder aquellas preguntas que nosotros mismos nos hacemos como audiencia, curiosidades del día a día de un adolescente Peter Parker, que terminan siendo los detalles que enriquecen el filme, mientras a la vez Far From Home escala las apuestas en la frase que define a nuestro héroe de que "Con gran poder, viene una gran responsabilidad." Tom Holland es un maestro en reflejar a ese adolescente con problemas y relaciones como tal. Repleta de giros narrativos motivados, efectos especiales que aun, 23 película después, siguen impresionando y una vez más un villano que vive a las expectativas de un universo post Thanos y su estímulo nos sorprende con recuerdos de películas anteriores.
Esta película cuenta con la mejor escena de Spider-Man que jamás se haya filmado, pues no solo es totalmente sensacional visualmente, sino que su carga dramática y empoderamiento llevan a la película y a su protagonista a otro nivel, el clímax no se define solo por acción, sino también por un crecimiento enorme en la figura por la que el universo será definido de ahora en adelante. Dos escenas post-créditos que siguen tratando a la audiencia como títeres dentro de este juego de ilusión, con regresos y sorpresas que mantienen el ritmo, siendo esta ilusión una de las mejores que nos ha ofrecido Marvel Studios hasta ahora.
Calificación personal: 9/10.