Si me conoces, o tienes un tiempo leyéndome, lo sabes, soy un fanático a muerte de Star Wars, y para todo gran fan, la serie animada “Star Wars: The Clone Wars” no es solo una pieza esencial e imperdible de este universo, sino que es de lo mejor que se ha contado sobre esta historia de una galaxia muy muy lejana. Al tener el libre albedrío de la animación, no hubo fronteras que la serie no se diera la oportunidad de explorar, y mientras nos muestra absolutamente todos los grises de la guerra de los clones, nos enseña las distintas caras que dan un verdadero desarrollo a todo aquello que vimos en las precuelas.
El título lo dice, y quien sea pudiera argumentar que es así, que los protagonistas de la serie son los clones, y el inmenso cuestionamiento que se crea cuando les das a estos personajes una voz, una personalidad, una opinión y un punto de vista frente a todo lo que ha estado ocurriendo. Pasan los episodios y las temporadas, y cada vez se hacía más difícil pensar que mentes inconsciente ejecutarían sin cuestionar aquella temible orden 66 que cambiaría por completo el curso del universo, y de nosotros como fanáticos. Pero incluso conocemos todo detrás de aquella orden.
De alguna manera estas palabras, esta calificación, y este análisis de la última temporada son mi manera de darle un pequeño homenaje a aquellos incontables días de entretenimiento que me dio la serie, aventurándome en planetas nunca antes visto del universo de Star Wars, conociendo a plenitud las formas de los Jedi, viviendo de cerca ambos lados de la fuerza, y mostrándome las jerarquías que existían en la moneda que se formaba en la guerra. Para muchos la época más apasionante de la galaxia.
Para mí el mayor mérito de “The Clone Wars” está en la inclusión de mi personaje femenino favorito de la saga, la absolutamente increíble Ahsoka Tano, aprendiz del elegido Anakin Skywalker, en mi opinión la verdadera protagonista de la serie. Y es que siento que solo viendo las películas es casi imposible tomar la decisión sobre quienes son los mejores personajes de Star Wars, sin la serie, la propia historia está incompleta, y el desarrollo de los personajes se ve golpeado. Al menos en retrospectiva así se siente.
Esta última temporada llega varios años después de la penúltima, pues Disney + se encargó de revivirla para darle un final merecedor. Sus creadores se aprovecharon de esto para homenajear su antigua animación, mientras a la vez la superan, el juego con los planos es genial, secuencias completas sin cortes, sumergiéndonos por completo en la guerra, y el fin que tanto se mercadeó. Pero lo que todos queríamos ver, era aquel vínculo con las precuelas, el momento en que la serie no tuviera de otra que mostrarse en un paralelismo completo con lo que sucedía en el episodio III.
Con uno que otros episodios de relleno, los últimos 3 capítulos de la serie son perfectos, muestran el camino de tres personajes sobre quienes la serie adopta el protagonismo, Ahsoka Tano, Darth Maul y Rex. Y mientras hace eso, nos muestra dónde estos estaban en momentos icónicos del universo de Star Wars como el asedio de Mandalore y la orden 66. Ver dónde se encontraban fue como llenar un vacío dentro de la historia, lleno de emoción y peleas impresionantes. Pero también ver a Anakin una última vez antes de Darth Vader, y como el consejo Jedi no pudo predecirlo, es cómo experimentar una guerra anunciada. La escena final es lo contrario a una nueva esperanza, mucho más cuando sabemos la gran parte de lo que viene después.
Calificación personal: 9/10.
3 thoughts on “STAR WARS – THE CLONE WARS: TEMPORADA 7 (2020) – RESEÑA”
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