“The Irishman”, la nueva película de Martin Scorsese es una especie de oda a sí mismo. No solo podemos ver un poco de casi todo su cine, sino que logra introducirnos en una especie de what if de Scorsese sobre una posible relación entre la Cosa Nostra y Jimmy Hoffa. Sin dudas es un mob epic, es tremenda película de crimen y conflicto, probablemente obra maestra.
Pero lo que creo trasciende son sus discursos sobre el tiempo, los cambios, la vejez, el paso por el mundo de la violencia y sus consecuencias. Su atrevida decisión de utilizar a las leyendas De Niro, Al Pacino y Pesci apela a la nostalgia de un cine que fue pero ya no es tanto. El propio Scorsese se siente como analítico y nostálgico mientras cuenta la historia de varias décadas de Frank Sheeran.
Era de esperarse, pero The Irishman logró darme el mejor cine que he visto hasta ahora de 2019, las mejores actuaciones, el mejor diseño de producción, vestuario, guion y narrativa en general, algo que era de esperarse sobre el director del que hablamos. Quizás deba repetirla para estar seguro de mi calificación personal, pero mi obsesión con este género me causó sentir mucha emoción mientras veía la película. No se la pierdan, escribiré más sobre esto, porque se lo merece. Pero véanla, de verdad.
Calificación personal: 9/10.