Por alguna razón “The Lives of Others” resaltaba dentro de mis películas pendientes, su premisa me hacía consciente de su presencia dentro de las películas sobre las cuales tengo muchas ganas de ver. Es como si la obsesión de un personaje con la vida de terceros se volvía mi propia obsesión con saber qué debía ver la película pero aun no lo había hecho.
Cuando por fin me decidí a darle play, la sorpresa no pudo ser más grata. La película nos tele-transporta a otra época, Berlín del Este durante los años 80. En principio no sabía que me tenía más atraído, si conocer un poco más sobre el lado opresor de una Alemania dividida, o la vida de sus personajes y posterior transición de su protagonista.
La película es anti-comunista, es una especie de recuerdo inmortal de aquellos infernales años, pero que sí lograron ver la luz al final del túnel. Pero por igual es sobre libertad, amor, compasión, soledad, expresión y todo lo que de alguna forma se ve castrado en un régimen de opresión.
Su protagonista es la definición de esperanza mientras su historia no deja de ser trágica y un completo thriller. No me sorprende que haya ganado Mejor Película Extranjera en los Oscar, y ahora no sé si me arrepiento de haber durado tanto en verla, o de haberla visto y no poder obsesionarme con el pensamiento de que aun la tengo pendiente. Es una pequeña paradoja de obsesión, como la película misma. Espectacular.
Calificación personal: 9/10.