Creada por Amy Sherman-Palladino y protagonizada por Rachel Brosnahan, Alex Borstein, Tony Shalhoub, Michael Zegen y Marin Hinkle. Por siempre quedándome corto en palabras para definirla, la primera temporada de “The Marvelous Mrs. Maisel” se comporta de manera excepcional para cautivar todos mis sentidos, hacerme reír a carcajadas, llorar, disfrutar cada plano, bailar, hacer un playlist con su música, llegar a un invaluable puesto en mi corazón donde ninguna otra serie de comedia ha llegado y entrar en el exclusivo club de ser una de mis series favoritas de todos los tiempos.
Desde el primer episodio quedé impresionado con el valor de producción que tiene la serie, no solo da la milla extra en transportarnos a la década de 1950, sino que logra hacernos querer vivir en aquella época. Las calles, la vida nocturna, la vida de clase alta de una familia judía, todo se encuentra perfectamente orquestado para ser un espectáculo visual. Sin dejar de hablar de su diseño de vestuario, maquillaje, producción, cada espacio y personaje se encuentra intachablemente ubicado en su situación para aumentar la carga cómica de sus episodios.
Con un metraje de 40 a 50 minutos por episodio, el indudable género principal de la serie es la comedia, pero al tomarse la libertad de mostrarnos un profundo desarrollo de personajes, caemos en el obvio desvío al género dramático. Esto es manejado sin una traba por los escritores de la serie, quienes se tomaron la tarea de controlar todas tus emociones en aquel carrusel por el que van los personajes principales. Con interpretaciones cómicas que logran convertirse en clases magistrales para el género, Rachel Brosnahan y Tony Shalhoub se merecen absolutamente todos los galardones habidos y por haber para la pantalla pequeña.
A ver, sin duda la serie es especial, pero hay algo que me intriga en cada episodio y estoy decidido a encontrar la verdadera razón de por qué la serie me encanta tanto. Desde sus libertades técnicas de atreverse a darnos unos delicadísimos planos secuencia en principio, medio o final de un episodio, hasta su magnífica, extraordinaria y genial música, me esforcé en encontrar algo que pudiera mejorar pero en aquel trance de magia, fue imposible. Por eso, la primera temporada de “The Marvelous Mrs. Maisel” es obra maestra sin duda. Y me dicen que la segunda es mejor.
Calificación personal: 10/10.