Debo de admitirlo, nunca he sido un hardcore fan de “Watchmen”, pero si el fanbase me lo permite, desde ahora sí lo soy. Desde que HBO lanzó la serie la tenía en la lista de pendientes, no necesariamente porque estaba loco por verla, pero sí extremadamente curioso. Quería ver cómo la continuación del universo de esta inusual línea de super/anti/héroes de repente se convirtió en uno de los hits de la pantalla pequeña en 2019.
Escrita por Damon Lindelof, el mayor mérito de la ya catalogada serie limitada es su capacidad de esparcir de manera magistral su historia y personajes en nueve indivisibles episodios. En principio esto hace que la serie no nos cuadre, o al menos no a quienes no necesariamente somos fanáticos del universo y nos llevamos cada pizca de easter eggs.
Pero llegada la mitad de la temporada, las líneas narrativas encajan a la perfección como enormes manecillas de un reloj fabricado para impactarnos. Lindelof utilizó personajes de quienes no conocíamos tanto para introducir nuevos, y se aprovechó del pasado del universo para aumentar el canon, sin cambiar lo anterior, abre las puertas a miles de nuevas historias.
Su elenco es grandioso, su estructura es envidiable y probablemente lo mejor y su musica nos hace cuestionar la calidad de todos los demás soundtracks que escuchamos el año pasado. Ojalá y a Lindelof se le ocurra otra historia, para poder ver más de esto.
Calificación personal: 9/10.