La adaptación de Greta Gerwig de la novela de Louisa May Alcott es la feel good movie del año. Jugando a lo seguro, Gerwig aprovecha el espectacular elenco de la película para, de alguna forma, modernizar el guion de esta historia tantas veces vista mientras a la vez la mantiene en su icónica ubicación de la guerra civil norteamericana.
Alexandre Desplat hace magia con su música, agregando emoción a momentos que, de lo contrario, pasaran desapercibidos. Su directora y guionista aprovecha casi todos los momentos de la película para alzar su voz como un poder femenino en la industria, lo que a veces funciona muy bien, pero otras veces se siente demasiado “in your face”.
Grandioso diseño de producción en una película donde brillan absolutamente todas sus actuaciones, no mucho más. En mi opinión, la mas floja de las nominadas a Mejor Película, aunque entiendo que hay muchas personas que tienen esta historia muy cerca de sus corazones. Apelar a la nostalgia siempre es una buena idea.
Calificación personal: 5/10.