Como seres humanos que somos, varias cosas se nos son inherentes, una de ellas es el miedo. Muchos dicen que no, que la realidad es que el miedo es una condición adquirida y que por lo tanto, se puede desaprender. Y aunque hay un nivel de certeza en eso, yo soy de la opinión de que hay algunos miedos que sí son inherentes, que aunque pueden ir acompañados y a veces hasta disfrazados de adrenalina y aventura, esas son simplemente maneras que escogemos para lidiar con ello.
Por ejemplo, el miedo al fracaso es inherente, el miedo a la pérdida es inherente y para mí, el miedo a lo desconocido es inherente. Y al momento de contar una historia nos permitimos bucear en lo más profundo del ser para encontrar aquellos elementos universales qué entendemos resuenan en los demás. El amor, la aventura, la pérdida, la pasión, el miedo, la búsqueda incesante de lo que sea, el descubrimiento y lo ignoto.
¿A qué voy con esta introducción sobre el miedo y lo universal en las historias? Pues que la ciencia ficción, como género del storytelling, muchas veces se ha visto definido por buscarle una posibilidad futura a lo más loco de nuestra imaginación, en su mayoría combinado entre lo que entendemos que queremos, lo que necesitamos y a lo que más tememos. De ahí nacen cientos de historias que ven el futuro y lo modifican con creatividad.
“Love, Death & Robots” se inspira del lado oscuro de la posibilidad de un futuro y dentro de su pesimismo se permite contar historias sobre elementos muy básicos, específicamente en esta segunda temporada sobre la inteligencia artificial, la modificación genética, la eternidad, lo maligno, los prejuicios y la incapacidad de entender. Pero aun así, todos los episodios mostraban un aspecto en común, el enorme temor a lo desconocido.
Hay que tomar en consideración que aun basándose sobre una misma línea de ciencia ficción, todos los episodios son escritos, dirigidos y producidos por creadores distintos y equipos de animación distintos, pero no es coincidencia ni elección consciente que todos los episodios se permitan explorar la ciencia ficción partiendo del temor. Por algo todos escribieron sobre eso.
Aun así, esta segunda temporada contiene menos de la mitad de capítulos que la primera, lo que mantiene una selección mucho menor de capítulos impresionantes, aunque todos me permitieron recordar el gran poder de los cortometrajes. Hay mucho más mérito en el introducir un universo en un corto que en un largo, si se hace de manera correcta. Varios episodios lograron mantener mi posición de que esta serie tiene de la mejor animación que he visto en mi vida, recordándome mucho a una que otra experiencia con video juegos.
Calificación personal: 7/10.