THE OUTPOST (2019) – RESEÑA

The Outpost

Recuerdo la primera vez que vi a Caleb Landry Jones, al menos de manera consciente. Fue en 2017, año que sin duda marcó un antes y un después en su carrera luego de estar en dos películas nominadas al Oscar, “Get Out” y “Three Billboards Outside Ebbing Missouri”. Sus facciones favorecen su actuación en papeles que se encuentran en una posición impredecible de antagonismo, pero puedo estar seguro que su alcance es impresionante y por alguna razón tengo la seguridad de que es una de las caras que más prometen, magnífico actor. 

Con esto voy a que su participación en “The Outpost” es probablemente lo mejor de la película y de los pocos puntos que podemos sacar. El año pasado en medio del encierro nos encontrábamos, o al menos yo me encontraba, viendo absolutamente todo lo que me pasaba por delante. 

Y una película de la guerra de Afghanistan sonaba como una elección segura. Me encontré con la sorpresa de que detrás de su manto bélico, “The Outpost” realmente se enfoca en sus personajes, tratando el PTSD desde su propio origen, la guerra y el trauma. El problema es que no me encontraba invertido en el conflicto, los antagonistas eran personajes sin rostros y no hay verdad en un solo lado de la moneda. 

Las escenas de acción se sentían aleatorias y por lo tanto la repentina perdida de uno que otro personaje se sentía sin emoción. Me sorprendí cuando la veía haciendo campaña para la temporada de premios, sobre todo porque varios meses después de verla su estructura no me permitió si quiera recordarme de que iba la historia y tan solo recordaba la memorable actuación de Landry Jones.

Calificación personal: 5/10.