Netflix se ha apropiado del género de las series documentales de crimen, a este punto nadie tiene más que ellos pero también podemos decir que era una apuesta bastante segura para ellos. Siempre ha existido la fascinación por el suspenso documental, los canales de televisión lo sabían y ahora Netflix lo sabe.
Aquella adictiva sensación de querer conocer las respuestas de un crimen, pero no saberlas inmediatamente, sino en la tortura/placer de varios episodios que utilizan a su audiencia como conejillo de indias, dando información con cucharitas de cafe y batiendo lo que ya sabemos más que una licuadora.
Sí, se puede sentir hecho para las masas, pero eso no quita que sea entretenido, curioso y hasta digno de analizar. “The Confession Killer” presenta la irritante historia de Henry Lee Lucas, un supuesto asesino en serie que confesó a más de 600 asesinatos. ¿El catch? Los muy llamados agentes de la ley lo llamaban a confesar a crímenes que era tácitamente imposible que el haya cometido, ya sea por la ubicación, el tiempo entre crímenes o la pura falta de lógica o patrones que usualmente se encuentran en este tipo de casos.
Lee Lucas fue un hombre que se notaba a leguas simplemente intentaba decirle a todo el mundo lo que querían escuchar. La serie deja caer agua sobre mojado en muchos momentos, repitiendo información y siendo redundantes, pero entre sus luces me prueba la capacidad del ser humano de facilitar su propio trabajo, sin importar las consecuencias.
Los agentes de la ley no les importaba el final de Lucas, ni mucho menos las familias de las víctimas, más allá de la inválida satisfacción de cerrar un caso. Henry Lee Lucas probablemente asesinó algunas personas, pero ni cerca la cantidad que confesó y por las que estuvo en prisión. La irresponsabilidad y vagancia de sus federales dejó a cientos de familias sin respuestas, y a decenas de culpables libres. Me sorprende que no haya escuchado sobre su historia antes, pues pone en evidencia el entonces, y probablemente aun, fallido sistema judicial de Estados Unidos. Buena serie documental.
Calificación personal: 7/10.