En estos días vi “Mank”, pronto hablaré de esa película, pero lo traigo porque una de las frases que me llevé de allí dice: “No puedes dar a conocer la vida completa de un hombre en 2 horas, solo puedes dejar una impresión de ella.” Eso me dejó pensando en absolutamente todos los biopics que he visto, pero más allá, me dejó pensando en todos los personajes de los cuales he sido testigo ver su desarrollo.
Tony Soprano es sin lugar a dudas uno de los más magistrales, James Gandolfini no solo humaniza a estos jefes de mafia que de alguna manera tenemos en un pedestal por el cine gánsteril del siglo pasado, sino que se rodea de situaciones absolutamente triviales, sus problemas criminales por momentos están a la par que sus problemas familiares.
En la segunda temporada a penas va iniciando su camino, pero lo que me intriga es ese sentimiento de que la serie realmente era un rompe cabezas ya armado, que lentamente se está como desboronando. Maneja el crimen, el estrato social y sus personalidades de manera excepcional, vive para homenajear el cine y logra identificarnos con personajes que una vez se sintieron muy lejanos. Si ahora me está gustando, no me imagino a principio de siglo.
Calificación personal: 9/10.