MA RAINEY’S BLACK BOTTOM (2020) – RESEÑA

Ma Rainey's Black Bottom

La incomodidad viene en todas formas y tamaños, y en el cine hay varias formas de experimentarla. Puede ser repentina con la presencia visual de algo que no nos agrada, así como se puede ir sintiendo como una chispa que poco a poco va incendiando todo lo que nos hace sentir bienestar. Es un elemento que debe ser utilizado con cautela, pues de la misma forma en cómo la ansiedad puede apegar ojos a la pantalla, así mismo los puede desinteresar.

“Ma Rainey’s Black Bottom” se siente preparada así, como para crear desasosiego. De por sí ni siquiera su aspecto musical es utilizado de forma excesiva en forma de agrado, sino más bien que se presenta para mostrar tensión y catarsis en momentos donde las palabras no son suficientes. En su mayoría ubicada en una locación y con un corto metraje, la película va directo al conflicto.

Ma Rainey's Black Bottom 2

No hay introducción, a los personajes los vamos conociendo en el camino a través del protagonismo de sus diálogos, un aspecto importante tomando en consideración los orígenes teatrales de su historia y guion. Pero así mismo cómo conocemos los personajes, sus alrededores mantienen a la audiencia lejana de la identificación. Es como si la película misma intentara que no te sientas atraído a ninguno de ellos, por un lado para regresar a la incomodidad, y por otro para prepararte para su sombrío final.

Viola Davis está espectacular, mi sensación con su Ma Rainey fue muy similar a lo que sentí cuando vi a Adam Sandler en “Uncut Gems”, quizás también porque ambas películas tienen como objetivo la inquietud de su público. El eterno sentimiento de que aunque lo parezca, en este contexto nada nunca estará bien. En perspectiva quizás también sea la mejor actuación que he visto de Chadwick Boseman, quien obtiene suficiente protagonismo como para ser la verdadera voz e intención detrás de la película. Varios monólogos donde no está menos que impecable.

MA RAINEY’S BLACK BOTTOM (2020) Chadwick Boseman as Levee.  Cr. David Lee/NETFLIX

A vista corta la cinta puede sentirse simple, pero se merece atención esta adaptación al cine por George C. Wolfe, porque así de simple pudo haber quedado muy olvidable, y definitivamente no lo será. Quizás muchos la recuerden como la última de Boseman, yo la recordaré como otro grito más a la injusticia, pero con el fuerte distintivo de que esta vez el desafuero vino desde dentro. Nosotros mismos somos nuestros propios demonios.

Calificación personal: 8/10.