Yo no diría que soy una persona cómica, de por sí me encuentro la comedia y las actitudes que la representan como una tremenda virtud en las personas que las manifiestan. Y es que para traer algo cómico a la mesa hay que ver la vida con otros ojos, ojos que experimentan la realidad desde un punto de vista menos trágico, pues muchas veces la comedia es tragedia + tiempo y en algunas ecuaciones hasta el tiempo se elimina.
Pero también ocurre a la inversa, donde una propia actitud frente a la vida es tan peculiar que sólo eso es suficiente para causar risas. ¿No les ha pasado que con la mera presencia de alguien ya se siente el ambiente hilarante? En enero estrenó una serie documental titulada “Pretend it’s a City”, dirigida por nada más y nada menos que mi director favorito, Martin Scorsese. Decirle documental es una sobre-explicación, pues en realidad la serie es una compilación de conversaciones y entrevistas.
Conversaciones con la afamada escritora, humorista y narradora, Fran Lebowitz. Y esta no es la primera colaboración entre Scorsese y Lebowitz, pues en 2010 Scorsese estrenó un documental titulado “Public Speaking”, con un take muy parecido a lo que es hoy “Pretend it’s a City”, protagonizado por Lebowitz. La escritora es una de las mejores amigas de Marty, y su inusual forma de referirse a la vida moderna le ha dado renombre. En la serie la llegamos a conocer mejor, pues aprovecha la comedia para tocar temas muy personales sobre la escritora.
Lo que ocurre es que en su eterno sarcasmo es difícil tomárselo en serio, de por sí su forma de referirse a la serie es que ella usualmente cae muy mal por su constante posición de siempre tener opiniones sobre todo, opiniones que muy recurrentemente son controversiales y/o van a la inversa de lo que muchos podemos considerar normal. Entre conversaciones con Scorsese y entrevistas en paneles, Fran Lebowitz aprovecha todos los momentos para lanzar una línea o burlarse de quienes se encuentran frente a ella, su ocurrencia es admirable haciendo la serie uno de los mejores contenidos de comedia que he visto en mucho tiempo.
Como mucho de la filmografía de Scorsese, esto también es parte de su obsesión con la ciudad de Nueva York, desde su título se apunta a que la comedia y el odio de Lebowitz también serviría como una carta de amor a la ciudad, al menos un tipo de amor. Ambos han adoptado la ciudad que nunca duerme como su eterno amor y maldición, y en parte la serie también retrata la evolución que esta ha vivido frente a los temas que tratan. Pero también es amor a lo clásico, a las tradiciones, a los libros y a una época que fue pero ya no es.
Su propio director lo dijo en una entrevista, esta serie es el resultado final de una colaboración eterna entre Fran y Marty, un contenido cuya narrativa tomó vida en la sala de edición recopilando absolutamente todas las horas de material que tenían. Por momentos es una conversación entre amigos y en otros es la historia de una de las ciudades más importantes del mundo, y esta historia se siente desde las propias locaciones donde decidieron conversar hasta la música que utilizan. Cuánto me gustaría conocerlos, me reí como si hubiese estado hablando con ellos allí. Simplemente espectacular.
Calificación personal: 9/10.