Dirigida por David F. Sandberg y protagonizada por Zachary Levi, Jack Dylan Gracer, Asher Angel y Mark Strong, la nueva propuesta de DC arroja luz a un renaciente universo cinematográfico que por momentos se sintió muerto. DC ha logrado que sus dos últimas presentaciones nos cautiven lo suficiente como para imaginarnos un grupo de películas al rededor de sus personajes que se permitan arriesgarse y brindarnos un punto de vista fresco al quizás sobrecargado género de superhéroes. “Aquaman” y “Shazam!” se establecen como las nuevas caras masculinas del Universo Extendido de DC y esperemos que por igual como el nuevo estándar del tono que llevarán las películas pertenecientes a este universo.
Lo interesante de “Shazam!” es como esta conoce su género y se aprovecha de ello. Lo que pudo haber sido una película de superhéroes, acción, fantasía y ciencia ficción más, pasa a ser una divertidísima comedia cuyo guion se burla de si mismo, se burla de todas las demás películas de superhéroes, brilla por su sarcasmo y se introduce en las entrañas de la cultura pop. En ningún momento la película intenta ser inteligente, lo que le da la libertad a los realizadores de establecer clichés que de alguna forma se utilizarían en la propia comedia. Y es que la propia síntesis de un superhéroe con mentalidad de niño no da cabida a mucho más de lo que se hizo. Sin embargo, sí permite presentarnos acciones de su personaje principal totalmente humanas, ¿qué haríamos nosotros si de repente tenemos superpoderes? Exactamente lo que hace Billy Batson.
La relación y la química que existe entre Billy/Shazam! Y el personaje de Freddie interpretado por Jack Dylan Grazer es increíble, lo que no solo denota un trabajo actoral cómico genial por parte de Grazer, sino que nos permite como audiencia tener otro punto de partida para identificarnos. Así como también me parece super interesante la manera que utilizaron para incluir la película dentro del universo creado pero sin necesidad de ampliar el mismo a sobremanera. La magia es incluida de manera ridícula que no causa disturbio alguno, lo que nos prueba las ventajas de la comedia y las desventajas del drama. Mark Strong hace de un villano un tanto mediocre, por igual las amenazas que trae consigo. La comedia opaco tanto la acción que por momentos ni me importaba que fuese insignificante la relación protagónica/antagónica.
¿Qué te digo? La película no es nada del otro mundo, es solo que con sus referencias al cine, a los superhéroes, al DCEU y a la cultura pop en general logra sumergirnos en un mundo que se siente muy real y representativo del nuestro. Sus momentos cómicos están muy bien posicionados pero hay muy poco espacio para cualquier tipo de carga dramática, haciendo que realmente no haya ningún momento espectacular o de asombro dentro de la película, y la falta de estos momentos se sienten en las películas de superhéroes. Se ganó un lugar como mi segunda película favorita del DCEU por las carcajadas que me sacó y entiendo que si este universo quiere llegar a algún lado, esta es la línea que debe llevar.
Calificación personal: 7/10.