EL BLANCO (2021) – RESEÑA

El Blanco

Tanto buscamos la libertad que incluso a veces nos perdemos en la ilusión de ella, nosotros mismos nos engañamos en lo que algo nos va a brindar por el simple hecho de querer sentir, pero nunca verdaderamente sintiendo, que todo valió la pena. De vuelta al año pasado, en el marco del Festival de Cine Fine Arts, tuve la oportunidad de ver lo más reciente del director dominicano Alejandro Andújar. 

“El Blanco”, una película protagonizada por Judith Rodríguez, Ettore D’Alessandro y Karina Valdéz. En un núcleo de desesperación, la película retrata las facetas de una mujer que resulta ser completa consecuencia de sus alrededores, y que en inicio nos permite entretenernos con la idea de que el camino correcto será suficiente. 

La película toma elementos de thriller psicológico para avanzar su drama centrado en la insatisfacción y la infertilidad. El truco está cuando su escritor y director se permite tener las agallas suficientes para introducirse en la raza, hasta el punto de titular su película acorde. Sin caer en misógina, la cinta presenta un protagonismo inusual en el color de piel de su protagonista, pero es que en la época en la que se ubica, y queriendo sostener un estigma real sobre las posiciones de una pareja rural de siglo pasado en República Dominicana, no es para menos. 

La combinación del trauma pasado, con las ganas insaciables de superación y la falacia de esperanza que brinda el personaje de D'Alessandro se tornan los puntos que terminarían girando por completo al personaje de Rodríguez. Lo que El Blanco significaba para Genesis iría más allá de sus deseos, y se convertiría en su tormento. Y yo me pregunto ¿cuántas veces lo que esperábamos terminó siendo algo totalmente distinto? Buena película, muy buenas actuaciones.

Calificación personal: 7/10.