Es increíble lo dependiente que es la comedia de la actuación para ser eficiente, después del guion (obvio), me atrevo a decir que es quizás el otro elemento que hace trascender a las verdaderamente magistrales comedias, y no creo que eso se pueda decir de todos los géneros del cine.
A fin de cuentas, muchos llaman a la comedia el género más difícil, y puedo pensar que lo es. Con la segunda temporada de “Fleabag”, Phoebe Waller-Bridge sobrepasa todos los estándares que logro crear en la primera. Hay mejores actuaciones y mejor valor de producción en general, pero lo genial es que se ve como maduraron las palabras del guion de Waller-Bridge.
Es mucho más cómica, mucho más satírica y por tanto, mucho más inteligente. El uso de la cuarta pared es un elemento que hemos visto antes, sin embargo con Fleabag se siente diferente, se siente como si somos parte de su protagonista, y en esta temporada toma un giro que logró ser completamente inesperado.
Introduciendo potentes y controversiales conversaciones, su segunda temporada logró ponerse por encima del sexo, y traernos algo muy distinto, apoyada en el drama. Kudos a Andrew Scott, actorazo. Olivia Colman y Sian Clifford son pares excepcionales para la magistral Phoebe. Me gustó mucho más que la primera.
Calificación personal: 9/10.