THE QUEEN’S GAMBIT (2020) – RESEÑA

The Queen's Gambit

No sería una locura definir la televisión del año pasado con el fenómeno de “The Queen’s Gambit”. En un año virtual donde las tendencias competían entre sí por los escenarios de lo viral, aprovechando la inmensa atención de un público encerrado, el contenido llegaba y salía de manera tan efímera que entre semanas costaba recordarnos lo que habíamos visto. 

Sin embargo Netflix logró algo distinto, pues en esta apariencia estrenó una serie que lograba posicionar todas las fichas para la jugada perfecta, mientras a la vez rompió parámetros. Antes de 2020 era desafiante la idea de poner a millones de personas a ver una serie sobre ajedrez, pero es que escondiéndose en esa premisa, “The Queen’s Gambit” cuenta una historia de auto-estímulo, del poder de la mente, de combatir adversidades, hacer caso omiso a lo que está escrito, y el peligro que yace en el descontrol. 

El creador de la serie, Scott Frank, confiaba tanto en su visión que incluso escondiéndose en el desconocido mundo del ajedrez sabía que con el ritmo que tenía pensado, el balance entre la disciplina y lo personal, una hermosa fotografía que se apoyara de los colores de un diseño de producción simétrico y un fino vestuario podría captar la atención de millones. 

Pero a la vez supo que todo iba a depender de un último detalle, y quizás el más importante, la capacidad actoral de su protagonista. Anya Taylor-Joy es absolutamente impresionante en esta serie limitada, sorprendente para su edad. Aunque conocida, creo que podemos definir el 2020 como el año que estalló. Magnífica serie.

Calificación personal: 9/10.